Aullidos del fin del mundo

lunes, 26 de agosto de 2019

El color determinante

¿Necesitas tiempo? Está bien. 
Seguro que estás ocupado ahora, de otra forma ¿por qué si no me ignorarías?
Oh, ¿ahora necesitas espacio? Supongo que está bien.
Venga, adelante, rompe mi corazón de nuevo. Aún me pregunto porqué te dejé entrar. Debe de ser bonito amar a alguien que te ame a ti también. Sigo respirando entrecortadamente, sigo encontrando dibujos tuyos inacabados que una vez me quisiste dedicar. Solo sé que naciste para decirme adiós. 

¿Me querrías menos si supieses todas las cosas que he hecho? Todos esos cadáveres que escondo en el armario. Hay algo que no sabes, algo que llevo creando desde hace muchos años. Tengo una lista, una serie de nombres en mi cabeza que repito constantemente antes de irme a dormir. Es como la lista de Arya Stark, solo que no quiero a la gente muerta, solo quiero recordarlos para no olvidarlos. Hay nombres que me calientan el pecho, pero hay otros que los repito porque es la única forma que tengo de deshacerme de ellos, de liberarme, de que todo el resentimiento se esfume poco a poco de mi cuerpo. A estas alturas supongo que habrás adivinado que he incluido tu nombre en la lista, aunque aún no he decidido cuales han sido los criterios reales.

El gris siempre ha sido mi color, siempre me ha identificado y siempre he podido encontrar una puerta en él. No sé si es culpa tuya que ahora quiera buscar otros distintos, un rojo desmedido, una pasión que ya no arde. Quizás un azul tristeza, lleno de lágrimas como cataratas. Querría encontrar el verde para sentirme en paz y el amarillo para volver a tener esperanza; pero sigo siendo gris, un gris oscuro. 

Quiero que me duela todo para empezar a aprender a vivir sin ti. A caminar otra vez preocupándome únicamente por uno y no por dos. Debo volver a levantarme y debo aprender a rechazar, porque nadie nos ha enseñado a decir que no. Nadie nos ha dicho que podemos renunciar al dolor, que si bien forma parte de nosotros y es algo que debemos transportar todos, no significa que sea un lugar donde vivir. No es un lugar donde pasar el tiempo, donde merodear. Aún hay tentaciones que me provocan en sueños, aún hay secretos que no desentrañaré, pero debo mantenerme fuerte, ser más fuerte, todo el tiempo, debo luchar.

¿Sabes qué es lo que me mantiene aún? La determinación. Voy a terminar todo aquello que he empezado de una vez por todas. Voy a arrasar, voy a salir del dolor que me has causado y lo voy a convertir en algo bueno, en algo productivo. Voy a ser feliz sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario