Aullidos del fin del mundo

miércoles, 18 de marzo de 2015

Última esperanza

Soy un problema errante. Acabo alejando a las personas que me importan, a mis sueños, a mis propósitos, a lo que realmente vale la pena. Sé que no soy perfecto, sé que debería cambiar y lo intento, día a día, poco a poco, pero me cuesta muchísimo avanzar y darme cuenta de que las cosas que merecen que les dedique tiempo a veces no les presto la atención que necesitarían, a veces no me doy cuenta de lo cruel que puedo llegar a ser, pero porque me hago más daño a mí mismo que a los demás, entonces no se vislumbrar donde está el límite.

No pretendo ser otra persona, pero la persona que soy ahora es una persona en constante cambio, que está aprendiendo, que está creciendo, que se está formando y evolucionando. Hace todo lo que está en sus manos y siente. Mis sentimientos son tan fuertes que a veces se desbordan y no puedo controlarlos. No sé que me deparará mañana, ni la semana que viene, no sé que vendrá el próximo mes, pero lo que sí que tengo claro es que no pienso dejar de luchar por aquello que quiero. Jamás. No me rendiré, no tiraré la toalla, no pienso dejarme caer, nunca más y aunque haya adversidades pretendo darlo todo, dejarme la piel, sangrar, sobrevivir, después de todo, eso es lo único que me importa, sobrevivir y él está dentro de mis planes. No voy a perder algo que me hace tan feliz. No, esta vez no pienso ser tan gilipollas de perder una de las pocas cosas buenas que me hacen sonreír todos los días. NO VOY A RENDIRME.

jueves, 5 de marzo de 2015

Asesinato

Voy a provocar una sangría. Las paredes se cubrirán de rojo y del techo goteará sangre. Voy a arañar los retratos mientras lacero tus tímpanos con mis gritos apagados. Con mis manos te ahogaré, dejaré que tus propios líquidos beban contigo, no morirás placenteramente, pero morirás, porque te mataré, te degollaré, te arrastraré hasta el infierno, no dejaré ni un gramo de tu piel sin untar con fuego. Te voy a quemar vivo, no habrá ni rastro de aquella sonrisa que tantas noches se burla de mí. No mereces ni un ápice de clemencia. No hay justicia en este atolladero. Tus quejas se unirán a la de los muertos, porque tú ya no estás vivo para mí, ya hace demasiado tiempo que has dejado de hacerme feliz.