Aullidos del fin del mundo

martes, 16 de agosto de 2022

Cerrado por dentro

Hoy te escucho más fuerte que nunca. Todo está pintado de un tono más triste. Ojalá pudiese ser todo aquello que tú deseas. Perdona que no sea capaz de aguantar el tirón. Me pregunto continuas veces si soy yo el error. Me dueles una barbaridad. Me hundes incluso cuando intento avanzar. Solo me siento roto. TODO EL RATO. TODO EL TIEMPO. Y te atreves a atravesarme cuando más pequeño me siento. Mi vulnerabilidad no es de tu incumbencia. Quiero que me dejes respirar. Quiero vivir. ¿Tanto te cuesta entenderlo? Todos los errores me llevan a ti. Eres como un agujero negro que me absorbe y me limita. He trabajado tanto, he hecho todo este esfuerzo y aun así siento que no valgo para nada porque tú siempre vas a estar ahí atormentándome. ¿Cómo es posible que las palabras de ánimo de alguien se conviertan en mi losa más pesada? Hace tanto tiempo que solo he querido morir, que ahora, que mataría por vivir, solo sé hacerlo desde el hoyo más profundo. Cada paso, son cinco manos atorándome la garganta. Quiero vivir, pero me estoy muriendo. ¿Qué piensas hacer al respecto? ¿Vas a seguir aquí cuando vuelva? ¿Puedes salir de mi interior, por favor? ¿Puedes abortar toda esta tristeza que me agota? ¿Puedes dejarme en paz?

No necesito una ayuda ni necesito a un héroe. Necesito que me dejes coger las riendas de mi vida. NECESITO DEJAR DE CONTAR CADA SEGUNDO Y CADA MOMENTO COMO SI FUESEN EL FIN DEL MUNDO. Quiero vomitar mi pesar. Quiero seguir adelante. Quiero vivir. QUIERO VIVIR. QUIERO VIVIR, JODER. ¿ PERO POR QUÉ ENTONCES MORIR ME PARECE TAN APETECIBLE?

Ahora mismo, solo veo sombras. Sombras en las luces que intentan levantarme. Y es... como estar en un iglú sin primavera.

Mañana voy a estar muy lejos de aquí, volando ahí arriba, pero todos mis pensamientos no van a ser ligeros contratiempos. Es como si nunca fuese suficiente, como si mis ganas compitieran contra el universo. Quiero encerrarme y dormir. Pero a la vez, quiero dejar de sentirme prisionero. Quiero poder ser capaz de levantar la mirada a la gente. Me siento cabizbajo todo el tiempo. Nunca estoy cómodo. Nunca nada vale. Nunca tengo nada por lo que luchar. Y es así como pierdo mi tiempo. Es así como pierdo la vida, a pequeños desencantos. 

No sé como procesar mis pensamientos. No sé que más cambiar. O sí lo sé, quizás, pero no quiero volver a intentarlo. Estoy tan triste... que solo quiero expresar lo muy triste que me siento, como si eso fuese a cambiar mi estado de ánimo. No sé, puede que algo ayude. Puede que si me pusiese a escribir de verdad pudiese protegerme del tiempo. Pudiese protegerme de esta historia. De este drama constante. Si alguien creyese en mí... si yo pudiese creer en mí, quizás... quizás esta tristeza me haría sentir mejor. 

¿Debo correr el riesgo? ¿Hacia dónde tengo que huir? ¿Cuándo podré dejar de huir? Todas mis preguntas se formulan por culpa de este horror. Todo es azul. Todo es enorme. Todo es demasiado. Solo quiero que pare. Solo quiero decidir. ¿Soy yo mi mayor rival? Soy la única persona que puede cambiar mi situación, pero me siento tan débil que me preocupa que este mar me trague esta vez.

Me preocupa haber llegado al límite de intentos fallidos.