Aullidos del fin del mundo

sábado, 14 de junio de 2014

La calma

Ya no hay presión, al menos no tanta. El mundo parece girar como de costumbre y el ritmo atronador de mi cabeza ha desaparecido. Las cosas han vuelto a su cauce, aunque hay un punto irreal en todo esto. No es más que una pausa merecedora, es un momento de sosiego y tranquilidad que me da la vida para respirar. Hay que parar y descansar, pero nunca estancarse. Ahora lo sé. Aún estoy nervioso, aún no sé el resultado de lo que me depara, pero estoy contento y eso ya hace que valga la pena. 

Nunca hay que dejar de caminar.


miércoles, 11 de junio de 2014

La hora de la verdad

Estoy nervioso. Estoy que me subo por las paredes. Llevo mucho esperando este día. Hace años que llevo esperando esto. Realmente esta vez creo que las cosas van a cambiar si esto sale bien

Llevo toda la noche con el mismo mantra: yo puedo, yo puedo, yo puedo.
No dejo de imaginarme posibles futuros inciertos que no dejan de atormentarme y cegar mi presente. He intentado por todos los medios dormir aunque sea media hora, pero mi cuerpo no hace más que gritar y gritar y gritar y no tiene pensado dejar de hacerlo hasta que al fin todo esto termine de una vez.

Es la definitiva. No hay más oportunidades. Es un todo o nada. Es un todo. Va a ser un todo. 

Lo voy a lograr, por mí, porque me lo merezco, porque es lo que quiero, porque no voy a renunciar NUNCA a mis sueños.

Hoy, querido amigo, voy a HACERLO.