Aullidos del fin del mundo

viernes, 7 de junio de 2013

No puedo más

Con tus peros y tus dudas y tus no puedo más. Yo sí que no puedo más. Siempre hay algo para empeorar. Siempre hay razones de sobra para poder convertir una noche en una pesadilla. 

Estoy siempre atento, pensando en que puede molestarte y que puedo hacer para remediarlo. En que debo callarme y en que debo saltar. Y salto, obviamente, no me puedo quedar callado todo el tiempo, pero aún así no da resultado, porque acabo por ser siempre la voz que te duerme. Pasas de la ansiedad a la agonía. No hay alegrías sin penas. No hay motivos. 

No sé como puedo detestarlo todo. La envidia me castiga. Una envidia que disfrazo de justicia. ¿Pero por qué el mundo se empecina en tomarse la justicia por su parte? Me corroe y me marchita la idea de levantarme y saludar al mundo con una sonrisa. Hacer algo por mejorar. Algo que no tenga que ver con ahogarse en un vaso de agua.

Soy consciente de que no puedo más conmigo. A veces te culpo y sé que la culpa es mía, pero realmente no toda la culpa es mía, pero esa culpa vuelve y no tengo a donde dirigirla. ¿Dónde han ido a parar los malos? ¿Dónde está todo el mundo? ¿Por qué sigo llorándole a una soledad que me busco?