Aullidos del fin del mundo

sábado, 28 de agosto de 2021

Si esto es la vida, elijo la ficción

Siempre vuelvo al bosque, a estas ramas donde el tiempo parece que no pasa y la lluvia me acompaña por las noches. Al principio, oscuridad, como siempre, como si nada. Después viene el sabotaje, la sonrisa forzada, las fuerzas que fallan.

Pensaba que me había ido. No sé que es lo que me impide largarme. Quizás es la frontera con el final, ese final que siempre parece estar tan cerca pero que sin embargo es imposible de alcanzar. Nunca tengo el suficiente tiempo para sanar. Siempre hay algo más, siempre hay algo que me rompe por la mitad y me obliga a parar. Si la paciencia se pagase con oro...

¿Cómo empiezo a hacer las paces conmigo, a vivir sin prisa, sin obsesionarme con un futuro incierto? Obligaciones y metas muertas. Yo solo quiero disfrutar de lo que tengo. Pero que tengo, si es que tengo. Algo tengo, pero no logro verlo. 

Los fantasmas siguen estando y no se van a ir porque no hable de ellos. La libertad es vivir sin miedo y ellos lo padecen en cada parte de su alma. 

No ser libre es horroroso, pero no sentirse libre es mortal. Supongo que por eso hablar de las cosas que asustan siempre me hace sentir algo menos oprimido, con las alas más ligeras. Sientes que tu peso también puede cargar otras espaldas. Espaldas en las que lloraría bien a gusto si tuviera donde apoyarme. 

Estoy tan cansado de buscarle un sentido a esta vida. Puede que si simplemente la vivo en vez de buscar una respuesta sería más feliz. No lo sé. A veces pienso que ya he sentido todo lo que voy a sentir. Que ya he experimentado todo lo malo y todo lo bueno y que por eso no soy capaz de ver el lado positivo.  Todo se tuerce y yo necesito renovar fuerzas. 

Shhhhh... ya está, shhhhh, tranquilo. Ya sé que tienes miedo, porque yo también lo tuve. Todo saldrá bien, aprenderás a quererte un poco más. Cálmate. Por favor. Me destroza verte así. Me destroza verme así.

¿Cuánto dolor cabe en el pecho? ¿Es infinito? ¿Puedo albergar más? BASTA YA.

El puto miedo es agotador. Puede que cuando os vaya a buscar ya no estéis ahí, que hayáis crecido todos, que ni siquiera os acordéis de mí. No sé cuando saldré de las tinieblas. No lo sé. Cada vez son más profundas. Entro y salgo como si fuese mi segunda casa. Ya no encuentro la diferencia. Allí me siento jodidamente mal, pero todo está tan callado y se está tan calentito que me cuesta abandonarla. 

Veo balas escritas con mi nombre. Balas de tiempo que puedo rozar. Bellas despedidas. Cuando las miro solo veo diez años en este limbo. Es todo lo que le podría ofrecer a alguien. Aquí me encuentro cómodo, porque aquí no se hablan las cosas, porque aquí no duelen tanto. Pero sin embargo, el ruido es ensordecedor. La apología de este idílico paraíso artificial solo me entristece más. 

Toca sufrir las consecuencias. Toca exponerse a la soga. Sacudiré el barro de mis huesos y treparé una vez más, pero ojalá recordase como volar. 

Lo único que me complace son estas historias. Es lo más valioso para mí. Es lo poco que me llena. Estas otras vidas en las que puedo bucear, donde puedo protagonizar actos que no están a mi alcance. Ser otra persona distinta por un día. Sus voces me hacen sentir vivo. Crecen en mí. Quieren salir expulsados de mi mente a las páginas en blanco, pero nunca tienen la oportunidad. Viven bloqueadas en mí, como si yo fuese una puerta con la llave echada. Quiero escribir sus historias. Quiero vivir después de morir. 

Sabes bien que en el fondo nos falta más voluntad pero nos sobra para seguir intentándolo. Esta vez merecía algo más y nadie me puede arrebatar eso así como así. Ahora viene la mejor/peor época/épica. Spoiler: no estoy preparado. Spoiler: nunca lo estoy. Spoiler: pero allá voy. 

Puedo sentir el frío del precipicio. Este borde sobresale más de lo que me gustaría. Pero puedo. Si lo digo en voz alta puedo. Esta balada de los depredadores debe terminar. ¿Qué tal si nos salvamos de una vez?

¿Por qué estas ganas no son suficiente para hacernos remar? Qué envidia de aquellos que viajan sin moverse del lugar. De aquellos que no tienen respuestas vacías. Este hiato ha durado demasiado. Me toca cerrar los ojos y recordar los dibujos de mi cuerpo. Ser un fénix. Luchar después de desfallecer. Volver a alzarme. La muerte es solo una consecuencia, pero la vida depende de mí.

Al final, nadie vendrá a buscarte, pero esa es la mejor parte.