Aullidos del fin del mundo

jueves, 26 de febrero de 2015

Nunca es suficiente

Oigo esa risa estallar en mi cabeza y me entran ganas de estrangularla y abrirla en canal. No sé como algo tan bonito puede terminar por convertirse en una reverberación del mismo diablo. 
Se me hace insostenible toda esa fachada que muestras sin miedo y sin pudor. Es todo tan hermosamente perfecto que los castillos en el aire empiezan a desfallecer. Es tu año, es tu vida, es tu lugar, es tu valentía que me comprime como si no fuese más que una mota de polvo con grandes intenciones. Me duele el corazón cargado de rebeldía, de ira, de injusticia. Ni siquiera eso consigues, al menos, ni siquiera eso consigues. 

martes, 3 de febrero de 2015

El mar de arena

Las dunas son duras. Son increíblemente altas, parece que nunca vayas a poder sobrepasarlas. Los pies acaban por desfallecer y cada paso que das te entierras más en aquella arena que se te escapa entre los dedos.

Es fácil perderse, pues las imágenes se repiten en bucle y la salida es borrosa. No hay lugar para los débiles o quizás los débiles son quienes han creado este sitio. Puedes intentar huir, pero llegará un momento en el que te des cuenta de que estás encerrado, de que solo puedes dar vueltas. Subes y bajas continuamente, el frío y el calor te someten a una presión constante, tu sentidos te engañan y todo escapa a tu razón. Estás atrapado en un mundo que una vez te salvó. Solo una vez.