Aullidos del fin del mundo

martes, 25 de abril de 2017

Tiempos difíciles

Ni siquiera sé porqué lo intento. Con lo sencillo que sería meterme en una madriguera y no salir hasta que alguien me dijese que todo va bien. 

Hay demasiadas cosas que quiero cambiar. No sé ni por donde empezar, y eso, al final hace que me atragante, y para cuando me quiero dar cuenta sigo observándolo todo, como algún detective chiflado que rastrea pistas falsas. 

En realidad todo es más sencillo de lo que aparenta, pero difícil en la ejecución. Si tan solo pudiese quitarme toda esa pereza que me lastra, el miedo que me atropella y la poca confianza que llevo arrastrando, quizás dejaría de desahogarme en las sopas de letras. 

No es divertido quedarse quieto, ser un mero espectador, pero qué sería de nosotros si no tocásemos fondo de vez en cuando. 

Reír y llorar a la vez se hace una experiencia casi irresistible. 

viernes, 21 de abril de 2017

Tu silencio es ensordecedor

Sigues ahí, callado y lúgubre. ¿Qué te pasa? ¿Por qué no dices nada? ¿Qué es lo que te han hecho para que esa oscuridad resurja una y otra vez cada cierto tiempo?

Sigues sin decir nada. Siento que me abandonas, que te rindes, que ya no te importo. Intento descifrarte pero no conozco tus símbolos. 

Me gustaría que me dieses la oportunidad de arreglarte, de poder intercambiar algo más que miradas y frases sueltas. ¿Cómo puedo ayudarte? Simplemente estoy aquí, parado, esperando a que vuelvas de tu retiro.

Si supieses lo difícil que es estar al otro lado, viendo los días pasar y como el frío se instala dentro de mí. Te necesito más de lo que crees y no tienes la capacidad de volver. ¿Tanto daño te han hecho?

Háblame, por favor o este silencio me va a matar.

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Me expreso tan mal que a veces prefiero mantenerme al margen, no decir nada, y con eso decirlo todo. Sé que no es la manera más adecuada, pero crecí de esto modo y ya no sé ser de otra forma.

No estoy pidiendo auxilio, estoy gritando desde el silencio que las cosas no me parecen justas y que quizás la mejor manera de solucionarlas sea alejándome de la raíz del problema. 

Seguramente no sea la persona más valiente, pero eso no convierte a mi mutismo en un sistema infranqueable. Hay vida más allá; vaya que si hay vida.

A veces, cuando tenemos miedo de algo, nos lo guardamos para nosotros, lo enfrentamos a solas y convivimos con ello. El callar todo eso es nuestra decisión, una que no compartimos porque somos suficientemente independientes como para luchar nuestras propias batallas.

Por eso, siempre termina llegando el día en el que vuelvo, con la misma sonrisa, como si no hubiese pasado absolutamente nada, porque para mí ya no hay nada que me aterrorice, por eso vuelvo como si el tiempo no hubiese dado un salto.

Sé que es difícil de entender, y la mayoría no lo hacen, pero cuando me quedo callado no hace falta más que escuchar para oír todo lo que estoy gritando. 

miércoles, 12 de abril de 2017

Mundo interior

¿Qué es real? ¿Qué es lo que ves cuando me ves por primera vez?

Seguramente no seamos compatibles. Esa es la primera idea. Alguien tan distinto a ti, tan diferente, con esa mirada perdida y toda la desilusión que destila al andar. Para nada es un amigo lo que encontrarías ahí.


Hasta que me conoces. Lo conoces. Un millar de razones te daría para no dejar escapar esa oportunidad. La de lanzarte a la piscina. La de no aferrarte a la idea que dicen las malas lenguas. No le hagas caso a toda esa gentuza. Hay más allá del blanco y el negro.


Te sorprendería conocer otro mundo, más grande y más colorido que en el que vives. Sin sombras, sin apariencias. Mundos inconquistables. Uno que seguramente en el que te encuentres cómodo y no tengas miedo de ser tú mismo.


Nadie te obliga a compartir esa mirada, pero ya que lo haces, ya que me ves por primera vez, no te quedas ahí parado. Si de verdad me quieres mirar, contémplame con los ojos cerrados. 

martes, 4 de abril de 2017

La rueda de argumentos de Edward Wallace

Dicen que cuando un escritor se queda en blanco tan solo tiene que recurrir al gran invento del sr. Wallace: dos círculos de cartón superpuestos donde haciendo girar la manecilla y la imaginación, la inspiración volverá en forma de frase recurrente. Algunas de las ideas más célebres son "la heroína se declara", "una explosión" o "un asesinato". 

Cuando no eres un escritor, al menos no uno reconocido, y la labor que más te importa es la de aprobar el día a día, nunca está de más intentar suerte en la ruleta, pero en otras circunstancias. A veces viene bien probar que giro de acontecimientos le vendrían bien a tu vida. "Os mudáis de casa", "Encuentras un trabajo estable o "Te has enamorado otra vez". 

Las posibilidades son infinitas. Lo que pasa, es que aquí la imaginación no es quien empluma el bolígrafo y empieza a desatar toda su fuerza en el papel. En la vida real, por más que gires una rueda de cartón, quien de verdad crea las situaciones eres tú. 

"Ahora, prueba a vivir"