Aullidos del fin del mundo

martes, 11 de junio de 2019

Metamorfosis

Esta mañana no tengo fuerzas para levantarme. Mi memoria sigue vacía, acumulando el polvo que hago servir de cojín. Las paredes siguen rotas; no difieren mucho de mí. Entre este estropicio intento levantarme para ir a beber, pero mis piernas no han sido educadas para seguir un ritmo que han olvidado. Caigo en cruz, apostado bajo las sábanas que llevan tiempo sin ver la luz del sol. Estiro el brazo buscando un rayo de libertad, pero enseguida se desvanece al darme cuenta de que si mi cuerpo a penas puede respirar, mi energía no aguantará mucho más. A veces pienso que un golpe más y no voy a sobrevivir. 

No entiendo porqué alguien una vez me dijo que me parecía a un dragón. Ni impongo ni me siento atrevido. El único fuego que conozco lleva tiempo apagado en un montón de cenizas. Mis garras solo pueden atrapar a las moscas que viven con más ahínco que yo y mis alas siguen esperando una reparación. Puede que lo que tengamos en común es que llevamos mucho tiempo dormidos. Puede que para ser un auténtico dragón deba comportarme como uno. 

Esta es una ciudad de paso, un lugar que debo vencer para vencerme. Todos queremos llegar a algún sitio, queremos volver a volar. Todos queremos saber, pero solo hay una verdad: Nadie tiene la respuesta excepto tú. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario