Aullidos del fin del mundo

domingo, 23 de junio de 2019

Buscando encontrar

Esta TORMENTA da un poco de miedo, no te lo voy a negar. Quiero aprobar otras asignaturas que me quedan pendientes. Volver a los orígenes, a casa, volver a creer. 
DESMORONARSE no es una opción. Debe de haber algún asidero, algún lugar al que aferrarse. Quizás si me das la mano podría intentarlo... no, no me voy a CONFORMAR, no voy a dejar que sean otros los que lleven mi peso. Este viaje puedo hacerlo yo solo, ¿verdad?
A quien quiero engañar, nadie nos va a ofrecer la ciudad perfecta, esta PRISIÓN no se trata de barrotes ni de días de espera. Aquí duele más, aquí no vale la pena perderse. Es el miedo quien quiere la victoria, quien te arrebata las horas de diversión. ¿Has pensado que la única persona a la que le importa cómo eres es a ti mismo? Nadie te va a herir, nadie te va a señalar con el dedo y reírse, aunque tú ya los ves junto a ti. Toda esa expectación recae en este momento, en nuestra poca valentía. Esta prisión es únicamente tuya. Este agua que te cubre el cuello no va a encontrar una salida si no te REDIMES, si no empiezas a respirar. Estamos en una bañera con el tapón aún puesto. Estamos al límite. Estamos al borde de ahogarnos en grandes esperanzas. 

1 comentario:

  1. Puedes hacer lo que te propongas; deja tu prisión, redímete y respira. Respira por lo que has vivido, por lo que has sufrido, por las piedras que se te puedan cruzar y te impidan alzar el vuelo, por tus inseguridades y miedos, por aquello desconocido y que debes descubrir, por el destino al que deseas llegar y, más importante, por ti. Y cuando hayas respirado y abierto los ojos, podrás contemplar que la curiosidad empezará a hacerte mover, a mirar el cielo con sus colores verdaderos. El suelo está mojado, el aire se siente húmedo pero el arcoíris te acaricia e ilumina el rostro. Será entonces cuando sepas que ha merecido la pena esperar a que pase la lluvia.

    ResponderEliminar