Aullidos del fin del mundo

miércoles, 12 de junio de 2019

Algo en el medio

¿Quién es capaz de cambiar de rumbo y asesinar la vida que siempre ha conocido?
Tú no mides las distancias, tú las abrazas. 
Estás en el mismo punto que yo y aún así no pasas desapercibido. Al contrario que tú, yo no tengo grandes riquezas ni puedo ofrecerte grandes promesas. ¿Qué me queda? con el amor no se va a ninguna parte. Podría decirte que con algo de esfuerzo puedes llegar a tener recompensa, pero ni el más listo puede igualarse a la suerte de nacer con privilegios. 

Acarreo el dolor de no ser suficiente, de verlo todo desde los ojos de un invidente. De comparar fechas que conviven en lados extremos del calendario. Son días malditos que reviven una espera inconclusa que lleva años esperando a cerrar el círculo. Estoy en mitad de la nada, en un lugar lleno de niebla. Sé que lo me aguarda ahí delante puede ser aquello que me haga levantar o me empuje para siempre al mismo vacío del que provengo. 

¿Cómo voy a resarcirme del daño que todavía no ha sido producido? ¿Cómo hago para olvidar que lo que sé, hace que no quiera saber más? Si tan solo pudiese divisar el mar. Si tan solo tuviese la seguridad de poder contar contigo a tu lado, sería libre de esta prisión.
Puede que la respuesta no sea más que un mito. Puede que escribir aquello que deseo no sea suficiente. Puede que jamás lo sea. 

¿Esto que escucho son aplausos sinceros o provocados?

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