Aullidos del fin del mundo

domingo, 10 de marzo de 2019

No pretendas huir de la ausencia del calabozo

Amanezco aturdido junto al ruido disperso que me produce este tormento. No sé si me duele más este vacío o tu escueta respuesta. Está claro que ya no encuentro palabras que acallen toda esta furia contenida. No es mi estilo recuperarme pronto. 

Cada argumento esgrimido ha dejado de tener peso. Se le ha despojado de significado. Nunca es el momento perfecto para tener razón. 
Todo me recuerda al color del blues. Un azul tan pálido que necesitaba una categoría para él solo. Un pesar que torturaba hasta las entrañas. Una tristeza tan exorbitante que no podía medirse en palabras. 

No. El amor no puede salvarme. Tampoco puede cambiarme. Ya ni siquiera puede culparme.
Supongo que estoy olvidando mi brillo. Joder, no sé. Estoy cansado de formar parte de la generación de los perdidos, de los desagradecidos, de los tristes y ausentes. Debe de haber algo más que este calabozo. Debe de haber algo más que el reflejo tremebundo del fuego en la pared. 

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