Aullidos del fin del mundo

domingo, 3 de marzo de 2019

Ausencia de caballería

No tengo consciencia del paso del tiempo. Todo gira de forma turbulenta. Todo se convierte en un refugio breve que se extingue después. 
Tiemblo cada vez que me miro al espejo y veo en lo que me he convertido. He perdido todo atisbo de esperanza. Lo peor es que hay días en los que ni siquiera recuerdo mi voz. Hay días que no llegan ni a suceder. 

Supongo que esta es mi dirección. Ausente presente. Un estado de descompresión constante. Tengo tanta mierda que extraer que toda esta basura se amontona en las estanterías. Soy un filtro de oscuridad que vomita depresión. Creo que dentro de toda esta neblina me he vuelto lúcido conforme mi naturaleza y aún consiento más tristeza de la que debería ser capaz de digerir. 

No me sirve. ¿Pero qué puedo hacer más allá de tolerarlo y sufrir? No puedo ponerle un remedio tan inmediato. No van a venir refuerzos. No hay caballería. Estoy solo en esto. Tengo que escalar con las manos llenas de roces y heridas. Debo encontrar un equilibrio entre todo este caos. 

Escuece. 

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