Aullidos del fin del mundo

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Contra todo pronóstico

El calor se despide con las primeras gotas del otoño. Nos abrigamos con lo poco que tenemos. Algunos se refugian en sus tazas de chocolate caliente y otros, como yo, seducen a las sábanas hasta quedar enterrado en ellas. 

Decisiones etéreas que invaden la privacidad, motivadas por lo desconocido y luchando por abrir un camino al que nunca quise ser arrastrado. 

Las cosas cambian. Hoy por hoy nunca imaginé estar aquí, siendo este un futuro inexacto que ha vuelto a mí en forma de presente lluvioso. 

El agua, calándome hasta los huesos, helada hasta decir basta, nunca me decepciona. Ella hace de puente entre mis idas y venidas. Puentes por los que paso de puntillas, con miedo del derrumbe, con aquella sensación acusadora de que en cualquier momento puedes resbalar. 

Podría llegar a estar en sitios donde no debería estar, que podrían ser justamente el lugar donde querría estar. 

Como nos gusta complicarnos la vida.

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