Aullidos del fin del mundo

martes, 15 de septiembre de 2015

El amarro del anonimato

Uno es y dejar de ser de inmediato. La esencia sigue ahí y eso puede hacer que resaltes entre la multitud, para bien o para mal. Hay tantas variaciones de personas que es difícil llegar a conocerlas a todas.

Pero hay veces que nos gusta pasar desapercibidos, ese misterio de estar detrás de las sombras, de escuchar y formar tu propia opinión, de ser ese esquivo fugitivo que solo sale a la luz si realmente él lo cree conveniente.

Siento que ese cosquilleo que en ocasiones te dejaba ser y no ser se ha diluido un poco, pero al mismo tiempo creo que el hecho de mostrarte al mundo y reafirmar tu persona es un ejercicio necesario que lo único que puede hacer es darte todas las papeletas para brillar.

Puede que no sea tan malo después de todo eso de dejar de ser una rostro perdido para convertirte en un nombre con apellidos. 

Eso sí, debes aprender a brillar, porque no todos lo hacen con la misma intensidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario