Aullidos del fin del mundo

lunes, 19 de septiembre de 2016

El mundo salvaje

Antes de que el sol aparezca me quedaré un rato aquí, hablándole a mi alma. 

Estaré a tu lado pase lo que pase. No dejaremos que nada nos afecte, seremos libres, al fin. Ya no habrá agujero al que volver, solo un lugar de reposo. Podrás empezar de cero y cuando digo cero, me refiero totalmente de cero. Deja por una vez que hable primero el alma antes que el cuerpo. La atracción del universo a veces no nos deja ver la verdadera identidad que se esconde bajo la piel. Si el frío te sienta bien, háblale, pues no suele quedarse aquí todo el año. Renuévate, sáciate. Son oasis que no puedes desperdiciar. Las tormentas volverán tarde o temprano y debes estar preparado. Te has erigido como el más resistente, pero incluso quien más aguanta el temporal también desfallece ante la entereza de la naturaleza. Bebe ahora que puedes, que debes. Bebe hasta tragarte el mar. 

Cuando despiertes te espera un mundo nuevo, lleno de posibilidades, tantas como tenías antes, pero que ahora puedes ver, que puedes tocar. Es el camino que has elegido, es el camino correcto. A partir de ahora no dejes de correr, porque este, mi querido espíritu, es un mundo salvaje y todos quieren ganar. 

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