Aullidos del fin del mundo

martes, 4 de noviembre de 2014

El último pensamiento antes de irme a dormir

La duda me asalta desde las sombras, acechándome allá donde voy, sin piedad, fría y calculadora. Salta sin previo aviso y lo deja hecho todo añicos. Es entonces cuando me toca reconstruirme, recoger todos los pedazos y ponerlos en su sitio, algunos más arrugados, otros más sucios e incluso algunos que acaban perdiéndose en el mundo platónico. El resultado, lamentablemente, no llega a la altura de lo esperado. Podríamos culpar a las expectativas, por estar siempre tan arriba. Podríamos culpar a este desorden, pero entonces estaríamos culpando al mundo entero. Podríamos culpar, pero no ganaríamos más que alguien que no merece tener ese peso en sus hombros. Nos acabaríamos apuntando a nosotros por no encontrar la salida, de no rellenar los huecos, de verlo todo tan negro como el carbón.

Pero esos pedazos siempre han estado ahí, en algún rincón de nuestro subconsciente, vagando durante días en un mar de preguntas. Preguntas que si no las hiciésemos, nos darían, probablemente, un puñado de fuerza.

¿Qué es un mundo feliz? Son esos momentos en los que él me hace sonreír, en los que me siento alguien capaz, aquellos que brillan con luz propia. No todo son sombras escondiéndose tras la pared. No hay nada que perder cuando se trata de levantarse por enésima vez. No si al final del camino em fan creure.

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