Aullidos del fin del mundo

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Lo correcto

A veces hay que elegir lo correcto, porque es lo que debe hacerse aunque no sea lo que realmente quieras hacer. A veces te pasas demasiado tiempo ensimismado en tu NOSTALGIA, en una época llena de maravillas que nunca llegaron a suceder. Ves las cosas desde una lupa mucho más grande que cuando lo vivías en tus propias carnes. Las cosas nunca te parecerán bien, intentarás despertar de un letargo que te impide retomar el control. La SOMNOLENCIA te vencerá, te paralizará y buscará la manera de frenar tus impulsos. Todo lo que te rodea de repente se convierte en algo mustio y sin color. Es como si le hubiesen robado la vitalidad a la propia naturaleza, como si lo que un día fui no hubiese EDÉN en el mundo que pudiese recuperarlo. 
Me pregunto constantemente si eso es lo que soy. Si me veo reflejado en un descuido, en un tropiezo lleno de infortunios. Puede que haya descuidado el jardín en el que tanto mimo he recreado. Puede que lo correcto sea sentir ese miedo, absorber esas ganas de romper con todo, caer en mi interior para poder levantarme de la cama. Puede que el DESTELLO que me ilumina desde la ventana no sea solo un rayo de sol, puede que quiera decirme algo más, como que quizás haya un motivo por el cual continuar, que quizás mi mirada haya dejado de ver lo importante, que el blanco y negro que me acompaña a todas partes no sea el de la película protagonista, pero tengo un papel mucho más importante. Puede que estas briznas tarden en crecer, que el verde ya no llegue este otoño, pero no será el final. Lo único que no tendrá remedio serán las ganas de vivir. Si no hay forma de TRASCENDER el despiadado sentido de las agujas, destaparé las nubes que me ocultan que todo irá bien. Volaré con las alas que enterré. Me desharé del polvo, me desharé de la cáscara de mi voz más oscura y solo quedará lo correcto, lo que debe hacerse aunque no lo quieras hacer. Solo quedará la voluntad de inocencia. Solo quedará la sensación de que lo hice lo mejor que pude. 

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