Aullidos del fin del mundo

viernes, 20 de septiembre de 2019

El día de después

Agárrate fuerte porque esto no se va a detener pronto. Mi situación a adquirido nuevos derroteros por los que hay que escalar con algo más que fuerza. Puede que si me imagino en otro lugar, si me veo haciendo cualquier otra cosa distinta a lo habitual pueda dejar de sentir como el fuego repta por mi estómago. Supongo que estaba demasiado ilusionado por cerrar capítulos que aún deben continuar. El susto pudo ser peor, pero el hastío no da señales de parar. 

Puede que todo se deba a que necesito dejar de querer llegar tan rápido a la meta. Aunque lo desee con todas mis fuerzas y aunque parezca que esté cada vez más cerca, quizás solo deba intentar acariciar aquellos momentos que tanto dicen que no se van a volver a repetir. Os veo tanto cuando no oigo a nadie pasar...

Aún me encuentro temblando. He podido comprobar de buena mano lo que es estar al borde del precipicio más alto una última vez. Puede que no haya una fecha de caducidad para nuestros sueños, puede que esos números solo estén en nuestra cabeza y lo correcto sea dejar de querer ser perfectos, dejar de querer ser como los demás. Mis circunstancias son completamente diferentes al día de después de aquellos que temen otros caminos más oscuros. Puede que el mío sea el que tiene más luz, puede que nunca lo haya visto así. Muchas veces me pregunto si se ha caído el sol, si se ha ido para siempre, si no puedo seguir el norte bajo todo este techo nublado, pero aunque me prometiste iniciar el viaje conmigo, no hace falta que vengas, ya voy yo, ya puedo salvarme solo. 

Aprenderé a respirar bajo el mar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario