Aullidos del fin del mundo

jueves, 29 de junio de 2017

Situacional

La tentación es irresistible, pero ya no sé si prefiero que me odies o no. Se me han gastado las palabras de tanto intentar explicarme qué es lo que siento. Formar parte de una vida no implica aguantar sujeta como una vela en medio del mar. 
Echo de menos ese poder de innovación, de la primera vez, de saber que eso es único e irrepetible. Una vez pierde todo el sabor ya no hay nada que se pueda asemejar. 

No tengo intención de olvidar, ni de irme, pero hay tanto trabajo aún que hacer que mi corazón ha decidido plantarse antes que volver a ser exprimido por relojes de arena. 

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