Aullidos del fin del mundo

domingo, 25 de junio de 2017

Florecer

Es increíble, pero he logrado mantenerme firme durante un año, con altibajos, obviamente, pero hasta el final. Estos períodos entre meta y meta son desconcertantes. Es como vivir una aventura que no tenías planeada. Puedes elegir cualquier dirección, que nada ni nadie te lo va a impedir. Es el momento de escaparse de la rutina, de conocer mundo e intentar mejorar.

Cuando la monotonía reina en nuestros días a penas tenemos tiempo para pensar en nosotros, y cuando lo hacemos el sueño se desvanece rápido y termina por quedarse como una mera anécdota de la noche anterior. 

Siendo sinceros detesto el verano. Siempre me he sentido más cómodo abrigado y tomándome una taza de chocolate caliente, pero no por eso voy a convertir estos meses en un iglú personal. Esta vez no debo pensar dónde iré el año que viene, porque ya tengo una casa a la que volver. Este verano debe de ser un punto de inflexión, una época para evolucionar. 

Si lo intento con todas mis ganas, cuando septiembre llegue a mi puerta, quien escriba aquí, ya no seré yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario