Aullidos del fin del mundo

sábado, 23 de julio de 2016

Basura espacial

Iniciando la desmaterialización. El ascenso hacía lo desconocido.  La gravedad desaparece. Tan solo pesa lo que nos llevamos de los nuestros, de los vivos y de los muertos. 

Desintegración de las palabras. El silencio nos abofetea. Nos tiende los puentes que no vemos. Se deshace en cumplidos primero y después se deshace de nosotros. Basura espacial. 

Estamos tan cerca de conocer la verdad, de hablar con las estrellas, pero es eco todo lo que resuena en nuestras cabeza. Se limpia poco a poco, filtrando nuestras emociones, dejándonos como un cuaderno en blanco.

El tiempo es relativo aquí arriba. La vida trata de flotar y avanzar, de despedirse de los agujeros más oscuros, de seguir remando con los brazos en busca de un nuevo mañana. 

Una vez pensamos en volver a la nave, pero no había nadie esperándonos allí, aunque hubiese una probabilidad de volver no nos resolvería las inquietudes que albergábamos, así que decidimos improvisar y conquistar las últimas horas de oxígeno que quedarían grabadas en aquel mar de petróleo. 

Flotar y avanzar. Sin arrepentimientos. Todavía necesitamos más tiempo.

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