Aullidos del fin del mundo

jueves, 17 de marzo de 2016

Intensidad

Si cuando me decido tú me detienes... no soy yo. 

Vamos a ponernos al día. Te voy a decir todo lo que he aprendido en este tiempo. Las muchas personas que he dejado atrás, las que ellas me han abandonado, las que he tenido que olvidar y las que he tenido que despedir con lágrimas en los ojos. Te contaré esos pequeños momentos donde he pensado en la felicidad, donde me encontraba seguro, donde creía que sería eterno, libre, que ese momento duraría para siempre. 

Te voy a recitar todos los lugares a los que he ido, a los que he vuelto a ir, porque me encantaban, a los que cuando fui, no lo había descubierto todo y cuando tuve la oportunidad de perderme llegué a encontrar esos caminos que solo podemos ver cuando no sabes que camino escoger.

Te contaré con todo detalle las veces que me he venido a bajo, los días en los que no veía salir el sol, las horas que he dado por muertas porque no eran lo único que estaba muriéndose.

Quiero contarte mis planes para el futuro. Planes que realmente no existen, porque cuando te cuente que ya solo me merece la pena el presente no me creerás. 

Te diré que mi vida se puede resumir en restos y retazos, en memorias y deseos. 

Te mentiré, si es necesario, ya que se me da tan bien, te mentiré y te diré que todo va mejor que antes, que todo ha mejorado, que estoy bien. 

Cuando me creas y me digas cuanto he crecido, romperé a llorar. Lo romperé todo. Luego, más tarde, lo arreglaré, me secaré las lágrimas y te darás cuenta que hay cosas que con el tiempo no cambian.

Pero eso no será lo último que te sabrás de mí. Porque te pediré que me des un momento, solo un respiro, para coger aire, para absorber la realidad. 

Entonces lo proclamaré en voz alta. Te confesaré que contra todo pronóstico, he crecido mientras no me daba cuenta, que me he hecho mayor cada vez que me sentía más pequeño. Que en este momento, estoy aquí y ese momento me pertenecerá. Que soy el dueño de mis propias acciones, que lucho para sentirme mejor, para ganar mi propia batalla, en la que yo soy el héroe y el antihéroe. Te rogaré que me guardes un secreto. Será algo diminuto, algo que creo que incluso tú puedes llegar a guardar. 

Te lo contaré mientras me cuesta mantenerme en pie. 

"Si alguna vez dudas del momento en el que estás viviendo, si sientes que no encajas, que no encuentras tu lugar, que por más que pierdas no ganas, cuando sientas todo eso, solo tienes que volver al día más feliz de toda tu vida y desde allí, desde ese recuerdo, construir de cero...

las veces que haga falta".




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