Aullidos del fin del mundo

viernes, 31 de julio de 2015

En los edificios se escapa por el tejado

Flotas en el agua. El murmullo de las profundidades empieza a inundarte. Te sumerges, como si de pronto hubiesen puesto el peso del mundo en tu pecho. La superficie se vuelva cada vez más oscura. Una fuerza te empuja hacia abajo y una vocecita te aconseja que de nada sirve intentar salir de ahí. No tienes ni que esforzarte, no tienes porque ejercer ningún tipo de presión. Solo te hundes, hacia algún lugar. De tu boca salen disparadas unas pequeñas burbujas. Las miras con melancolía. Como si fueran tus hijos que crecen y se marchan de su hogar. 

Ellas encontrarán una salida, estás convencido; en cambio, tu final es distinto, menos acogedor, pero necesario. Debes morir para poder vivir. La luz se ahoga contigo. El río te traga y te escupe. Ahora formas parte de la nueva corriente. Eres irreconocible. 

Excepto...

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