Aullidos del fin del mundo

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Valórate más

No consigo recordar porque vale la pena. He olvidado quien fui. He vuelto a ser aquel que conocí en mis momentos más frágiles. 

Hoy no he notado los abrazos. Hoy es imposible salir ilesos. Trago el humo de mi propia guerra. 

Ellos han llegado lejos. Yo no. Sigo aquí. No sirvo para nada. Me lo repito una y otra vez, entre golpes imaginarios y heridas que no paro de abrir y de hacerlas más grandes.

Quiero irme de aquí. He vuelto en tan poco tiempo. Creía que sería más valiente. Que duraría un poco más. Pero este lugar siempre me arrastra y consigue devolverme a un pozo en el que sé empujar al resto pero nunca salir con mis propias manos. 

Dejas de preocuparte por tu salud, por tu estado emocional. Construyes un techo que te atrapa. Te arrinconas en una esquina y arañas tus piernas. Te odias, te quieres aniquilar. No sabes como hacerlo desaparecer. El dolor sigue ahí, tan hondo, tan profundo, tan lacerante. Estás tan agotado que con cerrar los ojos te pierdes.  La oscuridad es tan fuerte que sin ver nada sabes que no está lo suficientemente iluminado. Algo anda mal. No estás bien. Ya no sabes como explicarlo.

Las lágrimas huyen de tu rostro igual que tú lo haces con tu vida. Y de la misma forma termináis cayendo en una espiral sin fin. No hay nada allí abajo. No hay nada más que tus miedos y tus pesadillas.

Tú no quieres acabar así pero es tan inmensa la tristeza que la única esperanza es ser más fuerte que la depresión. He dejado de hacer tantas cosas felices por estar triste....
Hay que ser más fuerte. Tienes que ser más valiente. Tienes que dejar de decirte que tienes que. Lo eres. ¿Lo eres? ¿Dónde está el arrojo que te caracteriza en estas situaciones?

Joder. Esto acabará conmigo algún día. 


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