Aullidos del fin del mundo

jueves, 11 de agosto de 2016

Irreemplazable

No pretendas que te olvidaste de mí. No intentes confundirte, soy de los que logran perforarte. 
No intentes huir, ocupo todos los lugares de emergencia. Si consigo reptar todas las noches hasta tu botón de pánico habré logrado mi objetivo. Te cazaré. Tendrás que tener cuidado por donde pisas, porque esto está lleno de trampas para osos. Yo podría llegar hasta ti descalzo, pero como te olvidaste de mi nombre por más que grites no te iré a buscar.

Aunque he de reconocer que me gusta seguirte, quedarme cerca de los árboles y ver cual es tu plan de escape. De nada sirve correr, está demasiado oscuro como para arriesgarse. Si tan solo pudieses gritar mi nombre...

Yo tengo el tuyo esculpido en el pecho. Me traspasa la piel. Quizás podrías guiarte gracias a la sangre que dejo al arrastrarme. 

Quizás, si me encuentras, te darás cuenta de que no puedes librarte de mí. Hay vínculos que ni la distancia ni el tiempo pueden romper. Hay personas que están tatuadas en lo más profundo de ti. 

Supongo que puedo dejar que te pierdas en ese bosque. Mi sangre será lo único que tendrás para beber. Me parece justo. Yo me vacío y tu te llenas, pero al fin y al cabo los dos nos marchitamos.

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