Aullidos del fin del mundo

viernes, 10 de enero de 2020

Desgraciado

Ocúpate de tus asuntos. Arregla tu vida primero. Deja de caer en los mismos pozos. Huye, pero hacia delante. Necesitas tener los pies en la tierra. Necesitas empezar a actuar acorde a tu edad. Necesitas dejar de pensar en el plan B. Es ahora. Ahora. Aquí y ahora. Tienes que despertar, tienes que darte cuenta de que necesitas vivir antes de que llegue septiembre otra vez. 
Todos sabemos que es mucho más fácil residir en la penumbra, pero lo que importa sucede a la luz del día. Pon tu mano en mi mano. Pon rumbo a un lugar mejor. Deja de creer en este juego. Somos inválidos que ya no recuerdan lo que era caminar.
Echo de menos esa sensación de hacer las cosas bien, del calor que sientes cuando sabes que has dado todo lo que tenías. Llevo demasiado tiempo en este estado de trance, en este recinto de paz y dolor. Llevo demasiado tiempo invirtiendo en el proceso equivocado. 
¿Cómo empiezo a creer en mí?

Si pudiese compartir aquello en lo que creo, aquello que me gusta y me apasiona. Si no me sintiese solo cada vez que mi corazón se desborda quizás sería más sencillo reconstruirme. Ojalá conocer a alguien con mis mismos gustos, alguien con quien poder hablar de verdad, más allá de las apariencias. Alguien a quien no tuviese que ocultarle nada. Alguien a quien poder mirar y entendernos. No hablo de amor, hablo de necesidad. Hablo de compartir este temor y superarlo. Hablo de dejar de sentir que no hay nadie más a quien pueda contarle que el mundo que veo es oscuro y hostil. Sentir que te entienden, que no estás solo en esto. Dejar de sentir que soy un desgraciado todos los días de mi vida. 

¿Debo aprender a conformarme? ¿Debo dejar de soñar? ¿Debo dejar de creer? Debo volver...

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