Aullidos del fin del mundo

lunes, 7 de mayo de 2018

Preguerra

Lucha interna por saber que pasa ahí. Es una guerra fría que cubre de desdicha aquello a lo que toca. Te nubla la vista, el pecho y la razón. Borra la poca esperanza que quedaba y te enfrenta a una imagen que ha dejado de ser joven y valiente. 
Busco desesperadamente una mirada de libertad. Siento que la búsqueda está repleta de lagunas. Cada vez necesito más agua. Me siento deshidratado. Con ganas de acunarme en algún rincón y caer en el olvido. 

Nadie habla de milagros cuando estás ausente. Es todo tan solitario, tan asfixiante. No me siento preparado para combatir. No estoy hecho para las batallas largas. No quiero vérmelas con la multitud de cadáveres, con los fogonazos, con el peso de lo que vendrá. 

Me araño intentando despertar de una noche que aún debe pasar. No aguanto toda la presión. No me muevo bien en la oscuridad. Todo el humo de guerra me abruma. El mundo está tan dispuesto y yo me siento tan desamparado.

Mi alma me pide que la deje respirar. Que le de un lugar donde acampar. Un sitio donde pueda reír y llorar. Un paraje con emociones. Algo con más luz de la que ahora es capaz de ver. 

Somos hijos del miedo. 

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