Aullidos del fin del mundo

lunes, 22 de mayo de 2023

Me paso la vida superando rupturas

Toca repetirse lo mismo de siempre, que todo irá bien (o mal). Me encuentro en el ojo del huracán, evitando la verdad de mis pensamientos, evitando que todos mis fantasmas jueguen a contraatacar. Mi lugar vuelve a desdibujarse, vuelvo a encontrarme atrapado. Es como si con todo esto hubiese arrastrado al frío conmigo y lo hubiese llenado todo de agua y sal. Todo me duele más de lo que digo. Todo se duplica. Te necesito más de lo que te pido. Intento hacerlo lo mejor posible, siempre, pero caigo, inevitablemente siempre caigo...

Vuelvo a creer en esos fantasmas cuando te vas de la cama. Se bifurcan los caminos como en la vida. Y no me lo creo, otra vez. De todas las veces que he dicho adiós, no me he creído ninguna. 

Me cuesta no abandonar el barco y dejarlo hundir. Escuchar el llanto de quien sí creyó en mí y fallarle, porque estoy agotado de sentir demasiado. Nadie se ha preocupado por mis sentimientos y no puedo seguir así, escondiendo quién soy. Hay una línea muy delgada entre quién soy y quién queréis que sea. 

Yo lo intento hacer lo mejor posible... pero caigo. No te culpo, pero no te soporto en mi cabeza. No te culpo, pero no te soporto en mi corazón. Perdona que me ría, pero es que soy subnormal. Mi único talento, por lo visto, es saber disimular. Si abro la boca se me escapa el corazón, así que voy a cerrar los ojos y a olvidarme que todo es por ti. Resulta extraño confesar que te quiero más ahora que cuando me querías. Vaya ruina.

Si en algún momento me ves brillar, es porque ardo por dentro. Puedo ver como la sangre corre por el agua, como duermo sin querer despertar. Que pena no quitarnos la pena. Sigo con la sensación de que entre tú y yo quedan mil cosas pendientes qué hablar. Qué pena, por favor, qué desperdicio de cena. 

Cuando te veo intento resistir las ganas de devolverte todo el dolor. A fin de cuentas sigo siendo aquel niño que se autodestruye en su habitación. 

¿Sabes qué ocurre? Es como si me hubieses contagiado tu tristeza y yo te hubiese devuelto la luz que tanto me había costado descubrir. Se han invertido los roles y no me gusta. No me gusta sentirme como un muñeco de trapo. Pero cuando te pienso... vuelvo a recrearlo todo y siento que prefiero quedarme ciego a verte alejarte. No es como si pudiese elegir. El engaño es real. "Me quedaré toda la vida, para lo que necesites". Ya, ya lo sabía yo. La gente solo sabe mentir. 

Mírame a mí, si cada vez que me preguntan si estoy mejor solo tengo que apretar los dientes y agarrar respiración. Cómo cambian las cosas en cuestión de segundos...

Estoy ahí, ¿no? Y de mientras todos carroñándome la piel. Es lo que todos me pedían, estar. Y ahora que estoy, estoy exhausto de estar, porque nadie está para mí. Porque cuando me dejo la piel, lo único que obtengo son más heridas.

Y ahora pienso que es como si el mundo me hubiese dejado echar un vistazo a lo que podría llegar a ser, como si me el universo me hubiese permitido espiar por un pequeño agujero y sentir todas esas cosas bonitas que obviamente no están hechas para mí. Y vuelve la ceguera, vuelva la oscuridad. Ella, que siempre ha estado a mi lado, vuelve a acunarme, con lástima. No sé cuántas veces me habrá visto ya roto, pero está claro que me paso la vida superando rupturas. 

Por lo menos, ya no hay más donde caer. Este es el fondo, lleno de lágrimas, lleno de agua, lleno de niños azules. 



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