Aullidos del fin del mundo

lunes, 8 de junio de 2015

Hasta aquí hemos llegado

No me puedo creer que haya llegado este día. El mundo se ha parado tantas veces a lo largo de estas semanas y ha vuelto a ponerse en marcha que ya no puedo controlar el tiempo. Mañana podría ser un gran día, de hecho, será un gran día, pero podría haber sido inolvidable. No sé en que estado me encuentro actualmente, creo que en uno donde las pausas se pueden obviar y las palabras se amontonan en mi cabeza, en mi garganta, en mi corazón. 

Hoy podría decir que hace un año estaba aquí, con esperanza. Que hace dos también, incluso tres. Podría decir que siempre reservo la esperanza para unos días especiales, unos días que yo hago que sean especiales, pero que realmente no son más que días cualesquiera, días que podrían resultar perfectamente normales. Hay algo que me gustaría recalcar, algo con lo que quedarme. Después de todo, esa esperanza es la que me mantiene vivo, atado a este mundo, colgando en la tierra. 

Hoy es momento de renacer, es momento de demostrar ,es momento de dejar de sufrir. Hoy las lágrimas se van a terminar, porque la esperanza habrá dejado de esperar. Ahora es turno de actuar. 

Mañana podría ser un día alarmantemente verde y supongo que en parte me va a costar, pero voy a hacer que brillen todos los jodidos colores del mundo.

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